Por qué el plato vegano de Harvard no es sólo saludable sino el más sostenible

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Todos conocemos ya la gran presencia que tiene el plato de Harvard en nuestro modelo de alimentación, llevemos dietas basadas en plantas, omnívoras, vegetarianas… Lo importante de este hecho es que el plato por fin ha sustituido a las arcaicas pirámides de alimentación que llenaban los pasillos de centros de salud, internet y libros de colegio. Como toda herramienta, no es perfecta y tiene sus limitaciones, pero ya hablaremos de esto en otro momento.

El plato de Harvard no es perfecto pero no está mal. Aun así, el conjunto de nutricionistas hemos decidido que un ligero cambio y correcciones hacia población vegetariana/vegana no vendría nada mal.

Por eso, hemos pasado de esto:

A esto otro en dietas plant-based:

Y ahora lo importante: ¿por qué esta disposición es más sostenible (y saludable) que lo que se recomendaba anteriormente?

Las verduras en ambas situaciones van a componer el 40-50% de nuestro plato. Casi todos los tipos de verduras tienen un impacto muy similar a nivel de contaminación. Tienen procesos parecidos en tierras, cultivo, producción, transporte, conservación, distribución… Por lo que una dieta alta en verduras y hortalizas siempre será más sostenible.

En cuanto al grupo marrón, en el que incorporamos todos los cereales y tubérculos (trigo, arroz, patata, centeno, cebada, quinoa, mijo, avena…), conformarán un 25-30% del plato aproximadamente (recordemos que este plato está basado para población general, todo dependerá de nuestro nivel de ejercicio). Este grupo es el más sencillo de cubrir con un coste medioambiental relativamente bajo. El ser humano siempre se ha asentado alrededor de los cultivos de cereales por su eficiencia.

Por último, tenemos los alimentos proteicos. Aquí es donde se genera una gran diferencia entre consumir proteína animal y proteína vegetal, evidentemente. Siendo en ambos casos un 25-30% de nuestro plato, no es lo mismo que éste sea de soja que de carne de ternera a nivel de sostenibilidad. El impacto de la carne de ternera, pollo, cerdo, huevos o pescado frente a las legumbres es completamente diferente:

Obtener 1 kg de proteína animal es 10 veces más contaminante que obtener 1 kg de proteína vegetal, según la FAO. El 70% de toda la superficie agrícola del mundo se destina a comida para el ganado, no podemos ni imaginarnos la deforestación y coste que supone esto para el medioambiente, porque para obtener ese kilogramo de carne se necesitarán 10 veces más agua, combustible y pesticidas que para el kilogramo de proteína vegetal. 

En cuanto a la bebida, también es algo a tener en cuenta. La reducción de emisiones es muy alta dependiendo de si vamos a consumir agua del grifo en lugar de agua embotellada o refrescos. La segunda opción (si, incluso el agua), conlleva unos costes medioambientales muy altos.

Sostenibilidad y salud van muy de la mano. Por eso en VFC sabemos que vamos a ocuparnos de dos grandes temas con nuestras comidas veganas listas para comer. Una alimentación vegetariana o vegana no debe definirte si no quieres. No tenemos que pasar de todo a nada ni etiquetarnos directamente. Ya estás haciendo mucho por el planeta simplemente cambiando una comida a la semana. Comemos todos los días varias veces al día, ¿cómo no va a ser impactante lo que hacemos individualmente? 

Echa un vistazo a nuestros menús semanales, y anímate a perseguir un futuro y un sistema alimentario más sostenible.